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Notitia

El padre de Mitra

Es bien sabido que Mitra nació de una roca. Sin embargo, menos se ha escrito acerca del padre del dios solar, y especialmente sobre cómo lo concibió.
Saturno de Rubens

Saturno de Rubens
Dominio público

 
11 May 2023

Attilio Mastrocinque es uno de los académicos que más ha reflexionado sobre la leyenda de Mitra. En concreto, el autor veneciano ha tratado de dar un sentido a la secuencia de pradellas que en ocasiones enmarcan la Tauroctonía u otras escenas mayores sobre todo de la región renana, así como en algunos frescos romanos[1].

Entre las múltiples viñetas, encontramos un par que explicarían no solo el nacimiento terrenal de Mitra, sino su asombrosa concepción gracias a los sueños húmedos de su padre.

Pero, vayamos por partes. Mitra es conocido como un dios primigenio que rige el cosmos y, por lo tanto, el destino de todos y cada uno de nosotros. Sin embargo, sabemos que parte de su existencia tiene lugar en la Tierra, en la edad de oro de la humanidad, bajo el aspecto de un joven apuesto ataviado al estilo oriental. Y es aquí, en nuestro pequeño planeta azul, donde el Mitra romano realiza toda una serie de portentos que culminan en la Tauroctonía, seguida de la cena y el posterior ascensión de regreso al mundo de los dioses.

Para justificar tal ubicuidad y, en particular, su advenimiento en el plano material, los artistas de la Roma imperial se esmeraron en representar el nacimiento de Mitra a partir de una roca, episodio conocido como la petrogenia. En tales monumentos, vemos al dios solar, más joven de lo habitual, desnudo a la excepción de su inseparable gorro frigio, en el momento de emerger de la roca generatriz, con los brazos en alto mientras empuña un puñal y una antorcha.

Relief showing the birth of Mithras beside a reclining Oceanus or Saturn.
Live Auctioneers

Este acontecimiento suele ir precedido en los retablos por la imagen de un adulto bien fornido, también desnudo, pero en este caso tumbado, aparentemente dormido. Este enigmático personaje no es otro que Saturno-Cronos quien, como sabemos, juega un papel importante en los misterios de Mitra como protector de los patres de las comunidades mitriacas, además de dar nombre al planeta más lejano del sistema solar de la Antigüedad y última etapa del ascenso de las almas durante el proceso de reencarnación, como explica Orígenes de Alejandría[2].

Cumont, como de costumbre, trató de emparentar al Saturno-Cronos de los retablos mitraicos con la tradición mesopotámica y aventuró que podría tratarse del mismo dios que, en sueños, reveló el diluvio universal a Ziusudra, el Noé sumerio[3]. Vermaseren interpretó la escena como el momento en el cual Cronos, en sueños, relata cómo crear el mundo ante el oído atento de Júpiter[4]. Merkelbach propuso que tal escena pudiera representar las instrucciones que debía dar Saturno a los patres mitraicos durante sus sueños para dirigir sus respectivas comunidades[5]. Este último autor también aventuró que sería en sueños donde Saturno conocería la necesidad de engendrar a un dios salvador a partir de una roca.

En cualquier caso, los sueños de Saturno son conocidos por varias fuentes, entre las cuales el tratado de La llave del Corpus hermeticum[6]. Disponemos además de otros ejemplos indoeuropeos paradigmáticos de episodios oníricos de dioses con poder performativo. Las cabezaditas de Saturno en las que revela las leyes del universo a quien por su lado pase no dejan de recordarnos al Visnú hindú quien crea el mundo con solo soñarlo, como revelan los Purana dedicados a este mismo dios.

Visnú tumbado sobre la serpiente Shesha
Anónimo / Creative Commons

Volviendo a Mitra, los nacimientos de dioses y allegados a partir de una roca o montaña son harto conocidos en Asia Menor. Al fin y al cabo, tanto los humanos como los dioses que se aventuran por estos lares, no dejamos de ser polvo de estrellas. Y del polvo al polvo, como dicen los cristianos.

En lo que incumbe al mitraísmo, disponemos del siguiente pasaje de Pseudo-Plutarco, revelador tanto por lo que dice como por lo que sugiere :

Cerca de este río [el Araxes en Armenia] se encuentra la montaña Diorphus, llamada así por Diorphus, el hijo de la Tierra, de quien se cuenta esta historia. Mitra, deseoso de tener un hijo, pero odiando a las mujeres, yació con una piedra hasta que la calentó de tal manera que la piedra engordó, y en el momento previsto parió un hijo, llamado Diorphus. Este creció y luchó con Marte por el coraje y la fuerza, siendo muerto por él, y por la providencia de los dioses fue transformado en la montaña que fue llamada por su nombre Diorphus.


—Pseudo-Plutarco. De fluviis

Walter Burkert nos muestra que este pasaje tiene su origen en el mito hitita de Ullikummi donde Kumarbi preña a una roca de la que nacerá Ullikummi, un gigante de diorita[9]. Según nos cuenta Robert Turcan y el propio Mastrocinque, el dios solar Shamash de Mesopotamia, así como otros dioses de Anatolia, era representado surgiendo de una montaña[10].

El griego Efesios, caliente como una mala cosa ante los desplantes de la diosa Atena, eyaculó en la tierra y Gaya engendró Erichthonios, el primer rey de Atenas. De hecho, San Jerónimo comparó el nacimiento de Mitra con el de Erichthonios ya que ambos nacieron «de una roca o de la tierra fertilizada por un exceso de libido»[11].

Exceso de libido, es decir de deseo, de vigor, de poder en definitiva, como el que posee el temible Shiva quien, durante su profunda meditación, también concibe a uno de sus hijos sin mediación femenina, sino por la irrupción inopinada de Kama, el dios del deseo hindú. Shiva eyacula su esperma y es Agni, el dios del fuego, quien se lo traga para luego escupirlo sobre madre Ganga, que será la encargada de fecundarlo y dar a luz a Skanda, hermano del simpático Ganesh[12].

La concepción de Mitra gracias al sueño de Saturno-Cronos puede explicarse a partir de la doctrina de Platón quien, en un pasaje de El banquete, nos explica cómo la contemplación de la Belleza provoca la eyaculación, fuente de toda vida[13]. También el socorrido Corpus hermeticum revela que Cronos, durante su sueño, concibió la más bella de las visiones.

Se suponía que Saturno, la esfera más lejana de la tierra y cercana al mundo hipercósmico, era por ello la mejor informada sobre el mundo sublime. Esta es la razón principal por la que los magos preciaban sus profecías por encima de las de cualquier otro dios.

Personaje alado sacrificando a un toro
Fotografía de Louise Laffon / Dominio público

En cualquier caso, la visión de la belleza hipercósmica sería el motivo del prolífico chorro de esperma de Saturno sobre la roca fértil que dio vida terrestre a Mitra. Revelador es el relieve del nacimiento del dios solar hallado en el tercer mitreo de Ptuj en el que el joven Mitra emerge de la roca mientras Saturno sueña ciertamente con la Victoria que lo sobrevuela.

Victoria, cuya mera estampa, siquiera onírica, es capaz de enviar de vuelta al séptimo cielo al Titán del tiempo y de la abundancia. Una diosa que tiene todas las papeletas para representar la belleza absoluta de un culto solar a un dios invencible.

References

  1. Attilio Mastrocinque (2017) The Mysteries of Mithras. A different account 
  2. Origen (c. 248) Contra Celsum 
  3. Franz Cumont (1930) La fin du monde selon les mages occidentaux. Revue de l’histoire des religions 
  4. Maarten Jozef Vermaseren (1982) Mithriaca III. The Mithraeum at Marino 
  5. Reinhold Merkelbach (1994) Mithras. Ein persisch-römischer Mysterienkult 
  6. Corpus hermeticum 
  7. विष्णुपुराण 
  8. Pseudo Plutarco. De fluviorum 
  9. Walter Burkert (1979) Von Ullikummi zum Kaukasus. Würzburger Jahrbücher 
  10. Robert Turcan (2000) Mithra Tauroctone. Recherches mithriaques 
  11. Eusebius Sophronius Hieronymus (c. 380) Adversus Iovinianum 
  12. स्कन्दपुराणम् 
  13. Πλάτων (c. 385 BCE) Συμπόσιον 

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